Llevamos varios días atentos a los movimientos que Microsoft hace sobre Yahoo con vistas a su compra. Desde la fundación de Microsoft por Bill Gates, éste se ha constituido en un imperio, donde domina en los equipos informáticos con sus sistemas operativos.
Pero la era de los PC está dando paso a la era de Internet, donde Google, con su buscador domina claramente.
El criterio de búsqueda de Google, ordenar las páginas web por número de visitas, ha hecho que se convierta en el rey en la Red.
El peligro para Microsoft comenzó cuando Google, ya consolidado y consagrado, inventó su famosa barra para el navegador, que fue el precedente de aplicaciones cada vez más sofisticadas.
Google ofrece una suite ofimática con procesador de texto, hoja de cálculo y calendario. Tiene un editor de imágenes llamado Picassa o un servidor de correo Gmail en competencia con Hotmail.
Todos estos programas son gratuitos, excepto para empresas, no necesitan instalación ya que se ejecutan en el navegador y son independientes del sistema operativo de la máquina, Windows, Mac o Linux, con el consiguiente ahorro de espacio de instalación en nuestro disco duro y de pago de licencias.
Google ha "invadido" el terreno de Microsoft con su oferta de aplicaciones informáticas en el navegador, que evita pérdida de datos al estar guardados en un servidor remoto y no en nuestro equipo, los documentos se pueden abrir allí donde estemos, basta cualquier ordenador y una conexión a Internet.
Con esto también evitamos a los temibles virus, que obligan a frecuentes reinstalaciones, con las consiguientes pérdidas de los datos que no se hayan guardado previamente.
Ahora Microsoft, con los intentos de compra de Yahoo pretende acaparar el universo de Internet, posiblemente con su política de código propietario y de pago de licencias.
Mientras Yahoo regatea y se deja querer, por otro lado hace recortes de plantilla. Si Microsoft consigue hacerse con la empresa, Internet tal y como lo conocemos hoy cambiará o desaparecerá para siempre.
Pero la era de los PC está dando paso a la era de Internet, donde Google, con su buscador domina claramente.
El criterio de búsqueda de Google, ordenar las páginas web por número de visitas, ha hecho que se convierta en el rey en la Red.
El peligro para Microsoft comenzó cuando Google, ya consolidado y consagrado, inventó su famosa barra para el navegador, que fue el precedente de aplicaciones cada vez más sofisticadas.
Google ofrece una suite ofimática con procesador de texto, hoja de cálculo y calendario. Tiene un editor de imágenes llamado Picassa o un servidor de correo Gmail en competencia con Hotmail.
Todos estos programas son gratuitos, excepto para empresas, no necesitan instalación ya que se ejecutan en el navegador y son independientes del sistema operativo de la máquina, Windows, Mac o Linux, con el consiguiente ahorro de espacio de instalación en nuestro disco duro y de pago de licencias.
Google ha "invadido" el terreno de Microsoft con su oferta de aplicaciones informáticas en el navegador, que evita pérdida de datos al estar guardados en un servidor remoto y no en nuestro equipo, los documentos se pueden abrir allí donde estemos, basta cualquier ordenador y una conexión a Internet.
Con esto también evitamos a los temibles virus, que obligan a frecuentes reinstalaciones, con las consiguientes pérdidas de los datos que no se hayan guardado previamente.
Ahora Microsoft, con los intentos de compra de Yahoo pretende acaparar el universo de Internet, posiblemente con su política de código propietario y de pago de licencias.
Mientras Yahoo regatea y se deja querer, por otro lado hace recortes de plantilla. Si Microsoft consigue hacerse con la empresa, Internet tal y como lo conocemos hoy cambiará o desaparecerá para siempre.
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